En las últimas décadas, el rol de la mujer ha cambiado de muchas formas, ya sea por el deseo de pasar de quedarse en casa y dedicarse 100% a las labores del hogar y al cuidado de los niños a pasar a un un estilo de vida mas independiente: por un trabajo remunerado que le permita contribuir con la economía del hogar, o por que desea su independencia económica, por ser madre soltera o simplemente porque busca dedicarse más tiempo a ella y a su auto cuidado ( cosa que estando a cargo de niños pequeños es casi imposible de hacer sin ayuda).
Es así como la dinámica familiar y las funciones tradicionales (padre que provee y madre que cuida) incluye el tener que apoyarse en una persona que cumpla parte de su rol, aquí en Panamá a esa persona se le conoce como NANA o niñera.
Antes las madres eran las encargadas de alimentar, cuidar, bañar, pasear, acompañar y educar a los niños en pocas palabras: las que cubrían las necesidades para su supervivencia y los formaban para que los niños pudieran ir logrando su propio desarrollo e independencia.
Al ser la madre quien antes cumplía este rol y de un tiempo para acá lo comparte con una cuidadora , “ambas” pasan a ser una figura que influirá en el desarrollo del niño. Científicamente está comprobado que los cuidados que se tengan con los niños en sus primeros cinco años de vida son definitivos para su desarrollo futuro. Desde esa premisa parte la necesidad de tener una persona preparada en aspectos como estimulación, atención de emergencias, alimentación y desarrollo infantil, por lo que es de vital importancia seleccionar muy bien a esa persona que pasará quizás mucho tiempo con los niños y de quienes ellos aprenderán muchas cosas.
Es importante que si está en manos de la madre, ésta sea quien pase mas tiempo con el niño, de no ser posible, intente no delegar aquellas cosas que la conectan con él y crear así un lazo de amor, estas actividades pueden ser tan sencillas como lo puede ser: bañarlos, comer con ellos, pasearlos, acompañarlos a eventos, leerles un cuento,jugar y sobre todo acostarlos a dormir. Hacer esto le dará seguridad al niño, se sentirá importante en el núcleo familiar y sobre todo amado, ademas de que la madre se convertirá en un reflejo o modelo a seguir para la nana, quien imitará el buen trato y demostraciones de amor que observa.